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¿Abdicación autonomista?

Franco Berardi ‘Bifo’ es un italiano de la vieja escuela marxista. Creció durante la década de 1960 y tuvo que exiliarse en Francia durante la represión de los años 70.

 

Steve Latham

 

Ahora, convertido en una nueva superestrella de la extrema izquierda, ha publicado nuevo libro, “Schizo Mail». Está basado en notas breves realizadas a través del email, durante la llamada ‘Gran Recesión’ que estamos viviendo.

Lo ha estado escribiendo en sus viajes alrededor de Europa, mientras preparaba alguno de sus discursos. El libro consiste en una unión de reflexiones hechas al azar, pero consolidadas en un análisis coherente de la actual crisis capitalista. Berardi es parte de la escuela «autonomista» del marxismo italiano. Esta tendencia era la primera en intentar lidiar contra los cambios que producía el capitalismo avanzado a finales del siglo XX.

En lugar de concentrarse en la clase obrera tradicional, los autonomistas, como Berardi y Antonio Negri, reconocieron la composición cambiante de clase del capitalismo.

En sus inicios, el comunismo italiano había desarrollado una base de clase fuerte entre trabajadores con oficios manuales, en fábricas como Fiat.

Sin embargo, el capitalismo occidental empezó a exportar los trabajos del sector manufacturero al sur, donde la mano de obra era más barata.

Esto provocó que en Occidente, la naturaleza del trabajo comenzara a cambiar, reemplazando al trabajador manual.

En su lugar apareció el denominado trabajo cognitivo, es decir, aquel enfocado en tratar la información, utilizar los ordenadores y los símbolos.

Pese a que este tipo de trabajo parece ser muy diferente del antiguo proletariado, Berardi examina su aparición en una economía atrapada en contratos de corto plazo.

Se suponía que el camino para desarrollar la marca personal, para venderse a potenciales empoderados debía proporcionar libertad a los trabajadores, pudiendo ejercer libremente donde uno quisiera.

Pero en la práctica, esto llevó a la clásica atomización de los trabajadores. Se podía ejercer libremente, con la independencia de vender el trabajo propio, pero sin seguridad.

Berardi, por lo tanto, ha acuñado el término, «cognitariado», para referirse a esta nueva expresión de explotación en la sociedad posmoderna, tecno-capitalista.

En “El alma en el trabajo”, Berardi escribe que el ‘alma’ ha salido fuera de la vida laboral. Tanto en este libro como con en “The Uprising”, sugiere que necesitamos restablecer la creatividad y la poesía en nuestras vidas.

En lugar de permanecer con la representación unificada y simple de la situación actual, Berardi utiliza apuntes del «esquizo-análisis» de Felix Guattari, para retratar su complejidad. Por ejemplo, en su libro “Después del futuro”, se expone la falta de esperanza puestas en el futuro del actual pensamiento ideológico, porque nuestro optimismo sobre el ‘progreso’ desapareció bajo el impacto de las crisis repetitivas.

En su nuevo libro, celebra que sus predicciones de una catástrofe en Europa eran correctas, alegando que esto ha causado un cierre sobre nuevas posibilidades radicales. En consecuencia, como también apunta el autonomista Paolo Virno, se recomienda un «éxodo», o retiro, de los salarios y la creación de enclaves autónomos de creatividad artística.

Ante la intransigencia total de la élite dominante, esta opción es atractiva. Sin embargo, también puede ser una abdicación.

¿Retiro no significa el abandono de la esperanza para el conjunto, para la transformación de toda la sociedad?

¿Y esto no indicaría que Berardi sigue anclado en la misma pérdida de futuro que él discierne y denigra en otros?

(Traducido por Paula Coll) – Fotos : Pixabay

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