Ha realizado proyectos en África, Asia y Europa, aunque su trabajo se centra especialmente en América Latina, región en la que se crió. Memorias de The Prisma. Febrero 2015.
Juanjo Andres Cuervo
Comenzó en la fotografía ayudando en la ONG “Anti Slavery International” en Brasil, su país natal, y desde entonces ha realizado un amplio número de proyectos, en color y en blanco y negro. Uno de sus últimos trabajos, “Hondureño”, fue presentado en Londres. En él hay fotos de las personas que viven en pequeñas comunidades en Honduras.
Angelika llama a esta gente “la cultura invisible”, y a través de las fotos busca mostrar la belleza que hay en estos pueblos, pues es una admiradora de la manera tradicional en la que ellos viven: gente que se preocupa por los otros, que se respeta y protege el medio ambiente. Dice que se “enamora” de las personas con las que trabaja: escucha sus historias e intenta plasmar esta situación a través de la fotografía. Hacia el futuro quiere seguir realizando proyectos basados en estas comunidades, siendo fotografiar a los mineros uno de sus grandes deseos.
Sobre ello y otras cosas habló con The Prisma la fotógrafa Angelika Berndt.
¿Cómo empezó en su vida la fotografía?
Hace unos años trabajaba en los derechos humanos con la ONG “Anti Slavery International”. Yo hacia el proyecto sobre la campaña contra la esclavitud moderna en Brasil. Y llevaba la máquina de fotografía siempre conmigo para hacer fotos de las situaciones y las personas. Era un testimonio en el campo. Pero el gran cambio ocurrió unos años atrás, cuando tuve la oportunidad de trabajar a tiempo completo.
Usted ha realizado fotografías en diferentes países…
Me concentro más en América latina. Le tengo mucho cariño ya que me crié en Brasil. Además tengo muchos contactos allí y por eso hago los proyectos privados en este continente. Desde hace muchos años estoy yendo, países como Costa Rica, Honduras…
Pero también estoy abierta a trabajar en otros países, por ejemplo ya estuve haciendo fotografías en China y en el continente africano.
Usted creció en Brasil y ha vivido en Estados Unidos y en Europa. ¿Qué le ha aportado cada una de las regiones a nivel fotográfico?
Todo país tiene una estética especial y una cultura diferente, pero me identifico más con el arte brasileño.
Durante su estancia en Brasil, hizo fotos para apoyar a organizaciones. ¿Se puede, a través de la fotografía, ayudar a estos grupos?
Creo que muchas veces la fotografía es un lenguaje mejor que el de hablar. Las palabras son abstractas y las entendemos a través de nuestra experiencia en la vida. En cambio, la foto tiene la capacidad de traer una realidad que nunca has conocido y te puede dar un contacto con esta realidad.
Para realizar el trabajo “hondureño”, usted se fue a ver las pequeñas comunidades de Honduras. ¿Qué estilo de vida tienen allí?
Son muy tradicionales, en dos sentidos: En su manera de trabajar con el medio ambiente y en su manera de ser con las personas. Ellos se conocen, se respetan, conocen las historias de los demás y saben apoyarse entre todos.
Además, ellos viven a favor del medio ambiente. Por ejemplo, en una gran ciudad como Londres las personas tienen otra manera de convivir, bajo el anonimato.
¿Por qué esa estrecha relación no se da en las grandes ciudades?
Es la magia de la comunidad. También las tenemos en las grandes ciudades, pero son pequeñas y están escondidas. Por supuesto, el contacto visual es más difícil, porque muchas veces ocurre dentro de casas.
A nivel emocional, ¿Cómo se hace un reportaje fotográfico sobre este tema?
Normalmente me enamoro con los objetos con los que trabajo y me encanta la gente. Adoro la manera de vivir y conversar con ellos, tomar su tiempo para conocer sus historias. La historia de la persona hace que yo pueda verla y fotografiarla.
A las personas que viven en comunidades usted les llama “la cultura invisible”,. ¿Pueden sus fotos hacerlos más “visibles”?
Este es el fin, ver y conocer a estas personas y que tengan una visibilidad. Quiero mostrar la belleza y la resistencia que posee esta gente, que es muy valiosa.
¿De dónde surgió el interés de hacer fotos a las personas?
Siempre me ha encantado la gente y conocer sus historias.
Usted realiza también fotos en blanco y negro.
Lo uso para traer un mensaje diferente. Creo que el color es muy bello pero en ocasiones distrae. El blanco y negro es otro momento del lenguaje.
¿Tiene pensado algún proyecto de futuro?
Me encantaría mucho seguir la línea de trabajar con cultura tradicional.
Estoy buscando contactos para seguir con estos temas y fotografiar cosechas de café, pequeños productores, agricultura familiar y este tipo de trabajos.
¿Qué país le ha cautivado más?
Todos tienen su lado bonito, y la magia consiste en conseguir ver este lado.
¿Hay algún tema sobre el que le gustaría trabajar, y que todavía no lo haya hecho?
Me gustaría mucho trabajar con las minas, pero no tengo ningún vínculo. Quisiera ver la situación y trabajar con mineros.
(Fotos suministradas por Angelika Berndt y autorizadaspara su publicación)
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