Usted puede haber experimentado ser ‘otreado’. Si usted ha sentido que debería ser diferente de lo que es (a pesar de sus esfuerzos), que usted no pertenece (a pesar de estar donde está), que usted y su familia no se merecen tener sueños o aspiraciones (a pesar de tenerlas en el fondo de su corazón), es muy probable que usted esté experimentando se ‘otreado’ por las ideologías de los grupos dominantes. («Los otros todos que somos todos». Octavio Paz)
Mabel Encinas
Ser ‘otreado’ se vive partir de los opuestos, cuando usted es algo (y no otra cosa, que es supuestamente lo contrario): una mujer (y no un hombre), una persona de piel oscura (y no blanca), un trabajador (y no una persona de clase media o alta), un homosexual, bisexuales o transexual (y no un heterosexual), una persona anciana (y no joven), una persona de esa religión (y no de esta), un persona con discapacidad (y no una persona sin ella), una persona gorda (y no flaca) o un migrante (y no un nativo). Otrear a la gente y ser otreado es algo común en la actualidad. Mientras que los grupos dominantes crean la idea de que existen esos «otros», el concepto de ‘otredad’ nace al otro lado de la moneda y tiene importantes connotaciones políticas.
‘El otro’ es definido por los grupos dominantes. Esto puede suceder de forma explícita cuando la gente dice cosas como: todos los que tienen esta característica son tal y cual.
La definición de ‘los otros’ también pueden ocurrir de manera implícita, cuando la gente los mira hacia abajo, no los aprecia, los trata irrespetuosamente o abusa de ellos.
De acuerdo con un enfoque dominante, ‘los otros’ son esencialmente diferentes y por eso no tienen ningún valor.
La palabra ‘ otredad ‘ (al igual que ocurre con los tipos de plantas) nació en muchos lugares diferentes al mismo tiempo (uno de ellos, el Reino Unido, hace veinte años, cuando mi pareja empezó a usarlo), y también la he escuchado durante algún tiempo, tanto en contextos de habla hispana, como de habla inglesa. Cuando usted se da cuenta que ha sido ‘otreado’, y toma asume que en realidad usted es legítimamente lo que es (una mujer gordita de piel oscura, católica trabajadora, migrante y lesbiana con una discapacidad), entonces su conciencia de ser parte de la otredad ha comenzado.
Usted puede sentir molestia o irritación, por nombrar lo menos, pero al menos ya ha confrontado su deseo de asimilarse a algo que usted no es. Vivir desde ‘La Otredad’ implica, sin embargo, un gran esfuerzo para iniciar la reconstrucción de sí mismo desde ese lugar de manera consciente.
Audre Lorde sabiamente dijo que «las herramientas del amo nunca desmantelarán la casa del amo».
Si no nos involucramos en ese proceso de replantear que tenemos el derecho de estar vivos y bien, podríamos estar tratando de justificar nuestra existencia con formas de auto-desprecio, utilizando las palabras y las perspectivas de los grupos dominantes.
Paulo Freire también nos advirtió que podemos llenar fácilmente los zapatos de nuestros opresores, aquellos que nos han ‘otreado’. En esta sociedad, los migrantes están siendo ‘otreados’ por las ideologías dominantes. Sin embargo, tenemos que trabajar y pensar juntos con todos los habitantes de la tierra de ‘La Otredad’.
Necesitamos construir experiencias comunes y participar en diálogos respetuosos para aprender juntos y para aprender unos de otros.
Necesitamos contribuir en nuestras vidas en común de forma solidaria. Necesitamos hacer nacer más prácticas desde la tierra de La Otredad, para conseguir la liberación de todos nosotros.
(Fotos: Pixabay)
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