En Foco, Opinión

Leer y hacer

¿Es suficiente con leer un periódico que tiende hacia la izquierda? Hacer esto puede ser refrescante en comparación con los medios de comunicación dominantes, ya que significa tener acceso a algunas reflexiones críticas en relación con el papel que tiene el gobierno para hacer frente a los problemas sociales.

 

Mabel Encinas

 

Sin embargo, la lectura del periódico no es suficiente para cambiar el mundo.

Como Paulo Freire afirmó en relación con la alfabetización, leer entraña leer el mundo. Para conseguir una visión más amplia de las noticias, se necesita estar en contacto con los medios sociales, no sólo por la inmediatez con la que las noticias llegan, sino también por el hecho de que todos podemos publicar y distribuir, tanto lo que está sucediendo en el momento, como nuestras visiones críticas. Leer el mundo no es un acto pasivo. En columnas anteriores, he hecho hincapié en la necesidad de participar en las comunidades de las que formamos parte, estableciendo diálogos y creando experiencias comunes.

Trabajar juntos, hacer juntos, implica aprendizaje individual y social.

En el actual panorama político en el Reino Unido, nosotros (este pueblo multicultural) estamos enfrentando un creciente número de políticas de derecha que tienen el propósito de desmantelar la infraestructura que ha tomado años y mucho trabajo para ser negociada y construida.

En este momento, la salud y la asistencia social, la educación, la vivienda y las iniciativas para combatir la pobreza, entre otras cuestiones sociales, están en riesgo.

Nuestra participación puede ser significativa a través de la acción. Necesitamos buscar y participar en grupos que piensen como «nosotros».

El mundo no ha cambiado solamente por las discusiones que tienen lugar detrás de una taza de café o de una cerveza en el bar. Las discusiones alimentan nuestras reflexiones, pero tenemos que poner manos a la obra y trabajar juntos.

Es necesario participar en reuniones comunitarias o en asambleas de grupos afines a nuestros intereses y que parecen estar involucrado en luchas similares a las nuestras.

Trabajar con grupos implica aprendizaje, y el aprendizaje no siempre es pan comido.

Si somos parte de un grupo, necesitamos aprender a trabajar juntos.

Sin embargo, tenemos un desafío adicional: necesitamos crear coaliciones y trabajar con grupos que no parecen ser «como nosotros», pero que también cuestionan el empuje del gobierno hacia la derecha.

El pequeño pueblo en el que todo el mundo hace lo mismo, come lo mismo, tiene el mismo aspecto y piensa y cree en las mismas cosas, es una especie en peligro de extinción.

Vivimos en un contexto mundial opuesto: vibrantes sociedades multiculturales en las que reconocemos nuestras diferencias y tenemos que vivir con ellas.

Como Bernice Johnson Reagon subrayara hace tres décadas, el trabajo de crear coaliciones es un trabajo duro y si no lo es «en realidad no estamos haciendo ninguna coalición ‘. Una vez más, trabajando juntos, hacer juntos, ciertamente implica aprender.

Tenemos que trabajar juntos a pesar de nuestras diferencias en términos de género, raza, clase social, sexualidad, dis/capacidad corporal, edad y nacionalidad, por citar sólo algunas de ellas.

Necesitamos trabajar juntos, desde las bases, para desafiar las políticas que nos afectan a todos de un modo u otro. La liberación de un grupo sólo se logra a través de la liberación de todos.

Necesitamos de la acción. En cualquier nivel de participación en que estemos, haciendo es como nuestra lectura del mundo puede ampliarse.

(Fotos: Pixabay)

 

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